Ritus et Paganis

RITUS ET PAGANIS (Ritos y Paganos)

El paganismo es un concepto religioso genérico empleado por los cristianos  para designar al conjunto de creencias que no pertenecían ni al cristianismo ni al judaísmo.

Un rito es un acto religioso o ceremonial, repetido invariablemente en cada comunidad cultural. La celebración de los rituales pueden consistir en fiestas o ceremonias, de carácter más o menos solemne, según pautas que establece la tradición o la autoridad religiosa o de la organización correspondiente.

Este proyecto engloba fotografías de costumbres y tradiciones ancestrales que se pierden en siglos de antigüedad y que han ido pasando de padres e hijos en el tiempo.

2022 Diablos de Luzón (Guadalajara)

Los diablos son aldeanos inocentes poseídos por espíritus malignos que salen una vez al año, según el folclore, de una grieta misteriosa y oculta en la tierra. Su mayor placer es “maldecir” a humanos desconocidos manchándolos con la misma grasa negra y hollín que los cubre.
Los demonios llevan batas negras, con sus brazos y caras cubiertas de hollín negro y aceite. Los cuernos del toro están atados a sus cabezas y hombros con cuerda y cuerda. Alrededor de sus cinturas cuelgan una fila de grandes cencerros de vaca llamados cañones, por su forma y su rugiente sonido que llena la ciudad mientras caminan.
Los diablos muerden en trozos de patata cruda tallada para parecer dientes grotescos. Esto es muy similar en moda a las trangas de Bielsa, sin embargo la forma en que los dientes están tallados en Luzón es mucho más intrincada y estilista.
Las mascaritas son las contrapartes del diablo. Son figuras enmascaradas blancas con ropa tradicional de mujer, que son inmunes a los engaños del diablo.
El festival cayó fuera de práctica durante décadas bajo el régimen de Francisco Franco. Pero gracias a un grupo de lugareños que esperaban revivir y preservar las tradiciones perdidas de la región, trabajando con la memoria de los ancianos del pueblo, el festival fue traído de vuelta a Luzón en la década de 1980. Anteriormente solo hombres participaban en las actuaciones, pero ahora mujeres y niños son bienvenidos a los disfraces de don diablo o mascarita.
Al final de la festividad, antes de abandonar el reino de los vivos, los diablos interpretan la danza de la música tradicional española, haciendo alarde de sus cuernos y teñiendo sus campanas, el sonido finalmente expulsa a los malos espíritus de los cuerpos de los poseídos.

Texto de origen: https://onbeing.org/ / Marie Sambilay
 

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